viernes, 14 de enero de 2011
de otra forma
Hoy no sé por qué me he acordado de esos dibujos que nos enseñaban de pequeños en la clase de Plástica en que si mirabas podías ver tanto a una joven como a una anciana, según en el color que te fijaras. De pequeña, en los viajes, me pasaba horas muertas mirando a las nubes e imaginando formas extrañas. Por eso me encanta el trabajo de Sandrine Estrade.
Disfraza las cosas cotidianas que vemos en la calle de forma que consigue darles una apariencia mucho más divertida y amable. Su obra me parece muy interesante. Esa visión casi infantil de cambiar las cosas me resulta encantadora en la gente adulta. Si todos viéramos lo que ella ve, seríamos más felices.
Esta última es muy poco sutil, :P
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